sábado, octubre 18, 2025
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El Parque Reserva El Maitén: Una fusión perfecta de aventura, naturaleza y sustentabilidad

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Un grupo de emprendedores visualizó un proyecto a largo plazo que combinara el deporte al aire libre con la habitabilidad rural sostenible. Descubre este paraíso en Matanzas donde el deporte, la conservación y la diversión se entrelazan.

En uno de los rincones más hermosos de Matanzas, se encuentra un verdadero paraíso donde la aventura se funde con la naturaleza y la sustentabilidad. El Parque Reserva el Maitén (REM) trasciende la etiqueta de un simple destino de deportes extremos para convertirse en un testimonio viviente de cómo la pasión por el deporte al aire libre puede converger con la conservación de un entorno natural excepcional.

Este lugar es un reflejo de la visión audaz que compartieron un grupo de emprendedores locales. Según las palabras de Ricardo Parot, su director «el parque estaba ahí, creado por la naturaleza para ser conservado y disfrutado tanto por los habitantes de la comuna como por los muchos visitantes que llegan durante todo el año». El objetivo original era claro: crear un espacio que no solo atrajera a quienes lo visitaban, sino que también incorporara a aquellos que deseaban formar parte de la cohabitabilidad sostenible de esta joya natural.

“Cambiar el paradigma de conservación fue esencial, ya que requería no solo amor por la naturaleza, sino también financiamiento para asegurar la viabilidad a largo plazo. Así, se concibieron los pilares del proyecto, un parque central rodeado de unidades de conservación vendidas a quienes compartieran la visión de cohabitar este espacio, hacer deporte y vida al aire libre, educar a sus hijos en la comuna y ser guardianes del patrimonio ambiental para las generaciones futuras”, profundiza Parot. 

Desde sus humildes comienzos, Parque REM ha experimentado una evolución notable. En 2018, tomaron la audaz decisión de transformar el área donde nacieron las primeras pistas de bicicleta de la comuna, como la famosa «Gozadora», en un espacio perfecto para la práctica de esta disciplina. Desde entonces, el proyecto ha crecido y se ha expandido, eliminando cercos, restaurando flora nativa y creando instalaciones de primer nivel, como un campo de golf rústico, un museo que celebra la historia local y una viña orgánica.

“Se construyeron pistas de MTB de alta calidad y senderos para que deportistas y familias pudieran disfrutar del parque. Además, se fomentó la educación ambiental y la colaboración con escuelas locales y se llevaron a cabo las evaluaciones ambientales para implementar zonificaciones que priorizan las funciones ecosistémicas y así garantizar la gestión sostenible del parque”. 

Pero lo que hace que este parque sea verdaderamente especial es su diversidad y su atractivo para todas las edades. Más allá de los deportes extremos, ofrece una amplia gama de actividades para toda la familia. Desde una multicancha que permite la práctica de deportes diversos hasta senderos de trekking que te sumergen en la flora y fauna local, aquí hay algo para cada miembro de la familia. Como destaca Parot, «educar en la naturaleza es la principal herramienta para entender cómo ser parte de ella». 

Un espacio de aprendizaje y conexión con el entorno natural

El director del Parque Reserva El Maitén enfatiza que “el propósito principal es conservar a perpetuidad el territorio y su patrimonio ambiental. Se implementó una estrategia de conservación inicial, que ahora se refuerza con un plan de conservación escalable y replicable. Se busca regular colaborativamente el desarrollo de todas las actividades y atracciones del parque, asegurando la coexistencia sostenible”. 

Para alcanzar ese objetivo, se utilizan estándares internacionales de conservación y se adoptan criterios amplios de la Convención de Diversidad Biológica y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. La idea es conservar la naturaleza, actividades, atracciones y valores culturales del territorio, promoviendo un impacto social y ambiental positivo sin sacrificar la rentabilidad económica.

Dentro del Plan de Conservación y el Reglamento de Gestión Territorial Sostenible del parque, se han establecido condiciones para el desarrollo del MTB, con múltiples instalaciones como una multicancha, padel, range de golf, pumptrack, zona de saltos y entrenamiento, skatepark, entre otros. Esto busca transformar la comuna en un destino destacado para el turismo sostenible de Chile.

Con estos parámetros, cuenta con 25 circuitos para ciclistas de todos los niveles, además de senderos de trekking que permiten caminatas de varias horas para observar la fauna y flora local. 

Otro aspecto esencial para el funcionamiento de este lugar, es la relación con la comunidad local. La creación de la Fundación Reserva El Maitén y programas educativos, deportivos y de integración social ha fortalecido los lazos entre el parque y sus vecinos. Parot subraya que la comunidad es fundamental para «ser los primeros y principales guardianes del maravilloso patrimonio ambiental de la zona». Este compromiso compartido con la conservación y el crecimiento sostenible es un ejemplo inspirador.

En términos de visión a largo plazo, aspira a ser un referente de coexistencia sostenible. Parot comparte que «si cada uno, en conjunto con su comunidad, pone en el centro la conservación de su entorno, serán muchas las comunas conservadas». 

El Parque REM es un ejemplo de cómo cuidar la naturaleza y, al mismo tiempo, cuidarnos a nosotros mismos a través de la conexión con nuestro entorno. Un lugar que encierra la esencia de la vida al aire libre y la responsabilidad compartida de proteger nuestro planeta para las generaciones futuras.

Florencia Aramburo: Determinación juvenil para forjar el futuro del ski nacional

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La joven promesa del deporte comparte alguno de sus sueños, sacrificios y su pasión por el ski alpino donde con decisión y arrojo comienza a surcar su propio camino.

Florencia Aramburo es más que una prometedora estrella del ski alpino; es una joven con un espíritu férreo y una determinación que se asimila inquebrantable. Esta impronta la ha llevado a obtener destacados resultados y su nombre ya resalta en pistas de Chile y el extranjero.

Sus convicciones son claras y se reflejan a la hora de hablar de sus máximas influencias. “Siempre miré a mi hermana mayor Emilia (Aramburo) con admiración, es súper organizada y me gustaba mucho cómo esquiaba y, obvio, una buena inspiración. Fuimos juntas varios años a entrenar y para las Olimpíadas de Beijing estábamos todos siguiendo cada minuto su participación. Noelle Barahona, también, somos amigas las familias y siempre estuve cerca escuchando de todas las idas a las olimpíadas, ha participado de cuatro, de hecho, mis esquíes de DH son de ella”, cuenta.

Florencia comparte sus inicios en el deporte, donde sus más cercanos desempeñaron un papel fundamental al transmitirle la pasión por el esquí desde una edad temprana.

“En mi familia siempre se inculcó el deporte y la vida sana, y eso me incentivó a seguir este camino”, sostiene.

A su corta edad (17 años) ha tenido que equilibrar entrenamientos rigurosos con la vida escolar y social. Sin embargo, Florencia rechaza la noción de «sacrificio», en su lugar, lo ve como un compromiso consciente que eligió abrazar. La disciplina y la constancia son sus compañeras constantes en esta travesía. Estas cualidades no solo han contribuido a su crecimiento como atleta, sino que también han enriquecido su desarrollo personal.

«Lo más importante es tener un equilibrio, sobre todo aprovechar al máximo tanto en ámbito deportivo como social».

Con su mirada puesta en el futuro, Florencia se proyecta como una figura influyente en el mundo del ski alpino en Chile y más allá. Sus metas a corto y largo plazo incluyen las competencias en Europa y explorar nuevos horizontes en el deporte. A pesar de su juventud, comprende la importancia de la paciencia y el trabajo constante para alcanzar sus objetivos. Su familia y su entrenador desempeñan roles fundamentales en este viaje lleno de desafíos.

¿Cómo comenzaste en el mundo del Ski alpino y cuál fue tu motivación inicial?

Soy la menor de una familia de cuatro hermanos, todos esquiadores. Tengo recuerdos de muy chica, de ver cómo salían a esquiar al club y yo quería ir con ellos, poniéndome las botas y rogando para salir. A los tres años fue cuando mis papás al fin me pusieron los skis. Mi motivación inicial siempre fue mi familia, ya que era un deporte en el que compartimos y disfrutamos todos juntos.

¿Qué sacrificios hiciste como adolescente para dedicarte al ski y cómo crees que te ayudaron a forjar tu carrera?

En mi opinión, la palabra «sacrificio» no aplica, ya que es la forma en la que yo decidí vivir. Claramente tiene sus pros y contras, de todas maneras, es el «precio que hay que pagar», pero estoy dispuesta a ello. En este sentido, el ski alpino es un deporte que exige bastante, ya que hay que estar siempre buscando la nieve y las mejores condiciones. Esto te hace llevar una vida con distintos tipos de privaciones, como las salidas con amigos, algunas fechas junto a los familiares, colegio, etc. Lo más importante es tener un equilibrio, sobre todo aprovechar al máximo tanto en ámbito deportivo como social. Esta actividad te enseña mucho a ser disciplinado y constante en todo sentido. Estas cualidades, que para mí son las más importantes, no sólo te ayudarán ahora sino también en un futuro.

Entendemos que debes equilibrar tus estudios y entrenamientos. ¿Cómo logras administrar tu tiempo de manera eficiente en ambos aspectos?

En tema de estudios, el Colegio Everest siempre me apoya en todo sentido, tanto académico como deportivo, dándome diferentes tipos de facilidades para poder faltar. De todas maneras, el primer semestre siempre trato de estar al 100 por ciento y sacarme buenas notas, para que después me puedan dar facilidades. Cuando no hay nieve, no significa que la temporada terminó, el entrenamiento físico siempre sigue. Ahí intento acomodar mis horarios de gimnasio a los del estudio, ya que entreno cuatro veces a la semana. A veces se me hace difícil, pero siempre me repito que tengo que ser constante y disciplinada, también me gusta jugar hockey representando a mi colegio.

Competir en el ski alpino es un desafío constante. ¿Qué es lo que buscas personalmente al competir en este deporte y qué te impulsa a superarte continuamente?

En mi familia siempre se inculcó el deporte y la vida sana, y eso me incentivó a seguir este camino. Es una vida que me gusta, amo dedicarme al deporte; conocer gente, viajar, mis amigos, competir y la adrenalina que eso te produce. Siempre me pongo objetivos y creo que cuando estos se van dando avanzas cada vez un poco más y cuando te van saliendo las cosas quieres más y más, eso va haciendo que quieras superarte.

Tu compromiso con el ski es evidente. ¿Cómo te mantienes motivada y enfocada en tus objetivos deportivos a lo largo de los años?

En los deportes de alto rendimiento siempre hay momentos de altos y bajos. A veces hay más días malos que buenos. Para mí, es tratar de trabajar siempre con un objetivo y, como mencioné anteriormente, ser constante y disciplinada. Esto te llevará a los resultados, algunas veces se pueden demorar más, pero tenemos que ser pacientes y seguir trabajando para llegar a ellos. Muy importante es el apoyo de mi familia y del entrenador, se genera mucha confianza y una complicidad enorme. Cuando estás en esos días «no tan buenos», es difícil, pero trato de tirarme para arriba y buscar el lado positivo.

A pesar de tu corta edad, tienes un gran recorrido en el ski, ¿en qué momento de tu carrera te encuentras?

Creo que todavía estoy conociendo el verdadero mundo del ski, ya que cuando uno llega a FIS juvenil (Federación Internacional de Ski) vive otra realidad, compite contra gente de otros países con alto nivel y diferentes edades. Por ahora, sigo trabajando para en algún futuro poder llegar lejos y, efectivamente, dejar un legado como deportista.

¿Cómo te proyectas en tu carrera deportiva? ¿Cuáles son tus metas y aspiraciones a corto y largo plazo?

En el corto plazo, está la opción de correr el Mundial Juvenil en Europa y quizás pensar en más grande, para ver si se puede aprovechar el puesto 31 de la South American Cup de Slalom Gigante y correr quizás European Cup. Sé que esto son palabras mayores, pero vamos a ver cómo nos encontramos en la temporada del hemisferio norte en cuanto a nivel. Ahora me interesa entrenar fuerte porque esta temporada se ha corrido mucho y hemos entrenado poco. Estoy probando las disciplinas de velocidad y viendo, tengo claro que soy súper joven y vamos paso a paso.

A futuro, ¿qué legado te gustaría dejar para las nuevas generaciones de deportistas chilenos en tu disciplina?

Todavía no me siento apta para decir que puedo dejar un legado en el ski, por el momento, solo aconsejar a las más chicas que entrenen fuerte; que aprendan a tener una buena rutina de preparación física, que eso falta mucho por avanzar y más en mujeres. Ahí hay que poner mucho foco, pocas lo hacen de verdad.

«Siempre miré a mi hermana mayor Emilia con admiración, es súper organizada y me gustaba mucho cómo esquiaba».

¿Quiénes son tus referentes en el mundo del ski alpino en Chile y cómo te han influenciado?

Siempre miré a mi hermana mayor Emilia con admiración, es súper organizada y me gustaba mucho cómo esquiaba y, obvio, una buena inspiración. Fuimos juntas varios años a entrenar y para las Olimpíadas de Beijing estábamos todos siguiendo cada minuto su participación, lástima que por el Covid no pudimos viajar para apoyarla. Noelle Barahona, también, somos amigas las familias y siempre estuve cerca escuchando de todas las idas a las olimpíadas, ha participado de cuatro, de hecho, mis esquíes de DH son de ella.

Finalmente, ¿qué consejo le darías a los jóvenes que sueñan con seguir tus pasos y convertirse en atletas destacados en el Ski alpino?

Tomárselo en serio, trabajar fuerte y ser disciplinados. También, conocer y aprender muy bien cómo son las reglas y respetarlas, eso te irá convirtiendo poco a poco en alguien más profesional. Mis hermanos en ese sentido me han ido apoyando y enseñando.

Por: Cristian Jara Bizama