La rider chilena impulsa el MTB femenino en Chile, inspirando y formando nuevas generaciones a través de Girls Bike Camp, un espacio de aprendizaje, conexión y empoderamiento sobre dos ruedas.
En un deporte históricamente dominado por hombres, Renata Wiese ha sabido abrirse camino con determinación y talento. Desde sus inicios en el mountain bike (MTB), acompañando a su padre en los cerros, hasta consolidarse como una de las referentes nacionales, su historia es un testimonio de pasión, esfuerzo y resiliencia.
Pero su impacto va más allá de las pistas y las competencias. Con Girls Bike Camp, Renata ha creado un espacio donde las mujeres pueden aprender, conectar y ganar confianza, no solo sobre la bicicleta, sino también en la vida. Su objetivo es claro: inspirar y empoderar a nuevas generaciones de riders, demostrando que el MTB es para todos.

A lo largo de su carrera, ha enfrentado desafíos físicos y emocionales, incluida una grave fractura en Austria. Sin embargo, su visión optimista la ha llevado a transformar cada obstáculo en una oportunidad de crecimiento. Hoy, Wise sigue apostando por su carrera competitiva y sueña con expandir Girls Bike Camp a nivel internacional.
La destacada biker chilena nos habla de sus inicios, los momentos más significativos de su trayectoria, las barreras que ha derribado en un mundo dominado por hombres y sus planes para el futuro.
¿Cómo fueron tus inicios en el mountain bike y qué te motivó a dedicarte a esta disciplina?
Me inicié en el MTB gracias a mi papá. Él andaba en los cerros hace muchos años y siempre quiso que yo también lo hiciera, pero por alguna razón nunca me llamó la atención. Hasta que a los 15 años decidí acompañarlo y me di cuenta de que me encantaba. Me gustaba desafiar mis miedos, ir cada vez más rápido y compartir logros juntos, porque siempre fuimos muy competitivos.Con el tiempo, entendí que la bicicleta era parte de mi vida y que quería hacer historia en el MTB chileno. Sabía que costearlo todo por mi cuenta era imposible, así que busqué auspiciadores para seguir compitiendo. Eso me llevó a plantearme un camino profesional en este deporte.
Has enfrentado desafíos importantes, como la grave fractura que sufriste en Austria. ¿Cómo fue el proceso de recuperación y qué aprendiste de esa experiencia?
He tenido muchas lesiones a lo largo de mi carrera: espalda, clavícula, tobillo… pero esta última ha sido la más desafiante. Con el tiempo, aprendí que cada lesión es una oportunidad para mejorar, no solo físicamente, sino también como persona. Es el momento para fortalecer el cuerpo, aprender cosas nuevas y replantear objetivos.De esta experiencia entendí que el cuerpo es una máquina perfecta: si lo cuidas, te responde. Y también confirmé que todo pasa por algo, aunque a veces nos cueste entenderlo en el momento.

En un deporte históricamente dominado por hombres, ¿cómo ha sido tu camino y qué barreras has tenido que superar?
Ha sido interesante y desafiante. Muchas veces nos miran en menos por ser mujeres o asumen que logramos cosas por nuestra apariencia y no por nuestro esfuerzo. También he enfrentado desigualdades en premios de competencias y contratos de auspicio. Sin embargo, dentro del circuito siempre me he sentido apoyada por mis amigos y compañeros. Lo más difícil ha sido abrir camino para que más mujeres tengan mejores oportunidades en la industria del MTB en Chile.
¿Cuál ha sido el momento más significativo de tu carrera hasta ahora?
Tengo dos momentos que marcaron mi carrera: el primero fue firmar contrato con marcas internacionales que me pagan un sueldo por hacer lo que amo. Y el segundo, clasificar a un Crankworx, donde solo las ocho mejores del ranking mundial pueden competir. Pero lo que más me ha emocionado fue recibir un mensaje de un padre diciéndome que soy un ejemplo para sus hijas. Saber que inspiro a las nuevas generaciones me llena el corazón.
¿Cómo nació la iniciativa Girls Bike Camp y cuál es su principal objetivo?
Quería crear un espacio exclusivamente para mujeres, pero no solo dar clases, sino ofrecer una experiencia completa. Así nació Girls Bike Camp, un proyecto para que las mujeres aprendan MTB en un ambiente cálido y de confianza, mientras conocen nuevos lugares y se atreven a desafiarse a sí mismas. Más que enseñar técnica, me interesa empoderarlas. Que sepan que pueden lograr cualquier cosa, no solo en la bicicleta, sino también en su vida. Compartimos no solo en las pistas, sino también en desayunos, conversaciones sobre sus sueños, sus miedos y sus metas.

¿Cuáles son los mayores desafíos que enfrentan las niñas y mujeres que quieren iniciarse en el MTB?
El mayor obstáculo suele ser el entorno: la familia, los comentarios, el miedo de los padres a que se lastimen. Muchas niñas escuchan que el MTB es un deporte de hombres o que ya son muy grandes para intentarlo. Pero este deporte te da una confianza inigualable. Te enseña a superar miedos, a confiar en tu capacidad y a levantarte tras cada caída, literal y metafóricamente.
¿Cómo ves el futuro del MTB femenino en Chile y qué cambios te gustaría impulsar?
Lo veo creciendo cada vez más y eso me emociona. Hay más mujeres compitiendo, haciendo contenido, tomando clases y viajando. También hay más apoyo de los padres y más instancias de formación.Si pudiera impulsar un cambio, sería lograr una mayor equidad en auspicios y premios. Todavía hay una gran brecha en la industria.
¿Tienes alguna historia de una participante de Girls Bike Camp que te haya marcado?
Sí, dos historias me impactaron mucho. La primera, cuando una chica viajó desde otro país solo para participar en el camp. Fue un recordatorio de que estamos creando algo grande. La segunda, una mujer adulta que apenas andaba en bici y cuya familia no la apoyaba. Al terminar el camp, se replanteó muchas cosas sobre su vida y sus sueños. Ver cómo Girls Bike Camp genera estos cambios es increíble.

¿Cuáles son tus próximos desafíos deportivos y qué objetivos tienes para Girls Bike Camp?
Mi enfoque ahora es competir en todo el circuito mundial de slopestyle estos dos años y conseguir buenos resultados. También quiero trabajar con marcas que realmente me representen y producir contenido potente para la comunidad en Chile. Con Girls Bike Camp, quiero llevar la experiencia a distintas regiones del país y, eventualmente, atraer a mujeres de todo el mundo.
Si pudieras dar un consejo a las niñas y mujeres que sueñan con hacer carrera en el MTB, ¿cuál sería?
Que nunca se rindan. Si algo no las deja dormir de emoción, si se les eriza la piel al imaginarlo, si su mente gira en torno a eso, es por algo. No dejen que los miedos o los comentarios las detengan. Siempre busquen oportunidades y sigan adelante, incluso cuando el camino se ponga difícil. Si todo fuera fácil, no tendría sentido. El MTB es para todas.
Una mención especial a Cerveza Royal Guard por su constante apoyo a la carrera deportiva de Renata.






