Desde las montañas de Corralco hasta las costas de Matanzas, esta ingeniera biomédica nacida en Bélgica piensa en representar a Chile en los próximos Juegos olímpicos.
La travesía de Carmen Verdeyen comenzó desde muy pequeña y su historia en Chile comenzó después de un periplo de 12 años, cuando, acompañada de su familia, aterrizó en Chile después de haber vivido, hasta en un velero, en destinos tan diversos como Indonesia y Perú.

«Nací en Bélgica, pero nunca viví ahí. A los meses de nacida nos fuimos a Indonesia donde vivimos cinco años. Luego estuvimos en una aventura en velero por un año, antes de ir a Perú”, rememora.
Pero fue su llegada a Chile la que le proporcionó el impulso final para que se enamorara definitivamente de la nieve y las cumbres. “Fue un factor determinante, ya que fue el primer país con nieve donde viví. Mis papás me enseñaron a esquiar apenas llegué”, sostiene.
Después de completar su formación, Carmen se aventuró a Australia para obtener un máster en ingeniería biomédica y negocios en la Universidad de Melbourne. Al regresar, la pandemia alteró sus planes, pero también le abrió las puertas a una nueva pasión: el snowkite.

Inspirada por su padre, Lode, amante del kitesurf, Carmen encontró en el snowkite una forma en ese entonces menos competitiva pero más extrema de explorar montañas y desafiar las condiciones climáticas.
“Él me enseñó a compartir este amor por la naturaleza y el deporte. Siempre en mi niñez estuvo presente el deporte en familia. No había mejor panorama que subir a la nieve”, señala, profundizando que “conocí el snowkite porque un amigo me invitó a un campamento. Ahí puede unir estas dos fuerzas de la naturaleza que me encanta; el viento y la nieve, fue en ese momento que comenzó todo”.
Uno de sus grandes desafíos es complementar su carrera profesional como Ingeniera Bioquímica con la práctica deportiva.“Trabajo a tiempo completo en una empresa alemana con sede en Chile. Realmente ha sido muy intenso complementar mi empleo actual, ya que estoy entrenando fuertemente para obtener el cupo olímpico. Aunque comencé durante la pandemia, la flexibilidad que tengo ahora me permite disfrutar de una mayor libertad. Mi empleador ha sido comprensivo y permisivo, lo que me facilita trabajar de manera remota. Esta combinación también ha contribuido a mejorar mi eficiencia en el trabajo”, detalla.
Vientos olímpicos
Al momento de referirse a su máximo logro deportivo hasta la fecha, la respuesta tajante y entusiasta de Carmen Verdeyen es una sola: su participación en los Juegos Panamericanos de Santiago 2023.
“Poder competir en los Panamericanos representa el nivel más alto en el que he participado. Además, el hecho de que se llevara a cabo en Chile, con el respaldo de la familia, amigos y el apoyo de la gente, fue realmente espectacular. Llegar a la playa y ver carteles con mi nombre, incluso de personas que ni siquiera conocía, todos deseando tomarse fotos y brindar apoyo, fue increíble; una experiencia emocionante”, enfatiza emocionada.

Explica que “competí en Fórmula Kite, un deporte bastante novedoso. Ver la emoción que generaba un deporte que pocos conocían fue realmente espectacular. Creo que esta participación en los Panamericanos ha sido el evento deportivo más significativo en mi carrera hasta el momento”.
Vale la pena consignar que por primera vez el Kitesurf formó parte de una competencia de esta magnitud. Carmen Verdeyen, con 28 años, y Giorgio Caiozzi (su pareja) fueron los representantes del país en esta disciplina que será clase olímpica a partir de los Juegos de París 2024.
Con miras a seguir creciendo, Carmen está actualmente radicada en el Lago Riñihue,desde donde como ha sido la tónica, compatibiliza su trabajo como Ingeniera Bioquímica con su entrenamiento.
“Estoy en el Centro de Alto Rendimiento de Valdivia, nos están apoyando para entrenar, todo lo que es físico. Así que eso es como el plan del verano, estar acá entrenando a fondo, con la proyección de ir a Europa a varias competencias, y bueno, obviamente el sueño es agarrar el cupo olímpico”, manifiesta.
De igual modo, señala que está muy motivada.“Obviamente no es fácil, pero será una experiencia súper bonita y la Fórmula Kite sigue siendo un deporte que va a entrar en las Olimpiadas 2028, así que en el fondo esto es como ir recorriendo un camino”.
En términos de snowkite, proyecta que “para el invierno estamos muy motivados, tenemos varias fechas de campamentos planeados, queremos hacer en el Volcán Llaima, que fue un spot nuevo que conocimos y es un lugar increíble”.
Además, señala que “este año queremos hacer algunos campamentos que van a ser más avanzados, donde vamos a hacer expediciones como un poco más técnicos, para gente que ya sabe. Se vienen muchos proyectos lindos. Así que independiente de la temporada no descansamos”.