Un grupo de emprendedores visualizó un proyecto a largo plazo que combinara el deporte al aire libre con la habitabilidad rural sostenible. Descubre este paraíso en Matanzas donde el deporte, la conservación y la diversión se entrelazan.

En uno de los rincones más hermosos de Matanzas, se encuentra un verdadero paraíso donde la aventura se funde con la naturaleza y la sustentabilidad. El Parque Reserva el Maitén (REM) trasciende la etiqueta de un simple destino de deportes extremos para convertirse en un testimonio viviente de cómo la pasión por el deporte al aire libre puede converger con la conservación de un entorno natural excepcional.

Este lugar es un reflejo de la visión audaz que compartieron un grupo de emprendedores locales. Según las palabras de Ricardo Parot, su director «el parque estaba ahí, creado por la naturaleza para ser conservado y disfrutado tanto por los habitantes de la comuna como por los muchos visitantes que llegan durante todo el año». El objetivo original era claro: crear un espacio que no solo atrajera a quienes lo visitaban, sino que también incorporara a aquellos que deseaban formar parte de la cohabitabilidad sostenible de esta joya natural.

“Cambiar el paradigma de conservación fue esencial, ya que requería no solo amor por la naturaleza, sino también financiamiento para asegurar la viabilidad a largo plazo. Así, se concibieron los pilares del proyecto, un parque central rodeado de unidades de conservación vendidas a quienes compartieran la visión de cohabitar este espacio, hacer deporte y vida al aire libre, educar a sus hijos en la comuna y ser guardianes del patrimonio ambiental para las generaciones futuras”, profundiza Parot. 

Desde sus humildes comienzos, Parque REM ha experimentado una evolución notable. En 2018, tomaron la audaz decisión de transformar el área donde nacieron las primeras pistas de bicicleta de la comuna, como la famosa «Gozadora», en un espacio perfecto para la práctica de esta disciplina. Desde entonces, el proyecto ha crecido y se ha expandido, eliminando cercos, restaurando flora nativa y creando instalaciones de primer nivel, como un campo de golf rústico, un museo que celebra la historia local y una viña orgánica.

“Se construyeron pistas de MTB de alta calidad y senderos para que deportistas y familias pudieran disfrutar del parque. Además, se fomentó la educación ambiental y la colaboración con escuelas locales y se llevaron a cabo las evaluaciones ambientales para implementar zonificaciones que priorizan las funciones ecosistémicas y así garantizar la gestión sostenible del parque”. 

Pero lo que hace que este parque sea verdaderamente especial es su diversidad y su atractivo para todas las edades. Más allá de los deportes extremos, ofrece una amplia gama de actividades para toda la familia. Desde una multicancha que permite la práctica de deportes diversos hasta senderos de trekking que te sumergen en la flora y fauna local, aquí hay algo para cada miembro de la familia. Como destaca Parot, «educar en la naturaleza es la principal herramienta para entender cómo ser parte de ella». 

Un espacio de aprendizaje y conexión con el entorno natural

El director del Parque Reserva El Maitén enfatiza que “el propósito principal es conservar a perpetuidad el territorio y su patrimonio ambiental. Se implementó una estrategia de conservación inicial, que ahora se refuerza con un plan de conservación escalable y replicable. Se busca regular colaborativamente el desarrollo de todas las actividades y atracciones del parque, asegurando la coexistencia sostenible”. 

Para alcanzar ese objetivo, se utilizan estándares internacionales de conservación y se adoptan criterios amplios de la Convención de Diversidad Biológica y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. La idea es conservar la naturaleza, actividades, atracciones y valores culturales del territorio, promoviendo un impacto social y ambiental positivo sin sacrificar la rentabilidad económica.

Dentro del Plan de Conservación y el Reglamento de Gestión Territorial Sostenible del parque, se han establecido condiciones para el desarrollo del MTB, con múltiples instalaciones como una multicancha, padel, range de golf, pumptrack, zona de saltos y entrenamiento, skatepark, entre otros. Esto busca transformar la comuna en un destino destacado para el turismo sostenible de Chile.

Con estos parámetros, cuenta con 25 circuitos para ciclistas de todos los niveles, además de senderos de trekking que permiten caminatas de varias horas para observar la fauna y flora local. 

Otro aspecto esencial para el funcionamiento de este lugar, es la relación con la comunidad local. La creación de la Fundación Reserva El Maitén y programas educativos, deportivos y de integración social ha fortalecido los lazos entre el parque y sus vecinos. Parot subraya que la comunidad es fundamental para «ser los primeros y principales guardianes del maravilloso patrimonio ambiental de la zona». Este compromiso compartido con la conservación y el crecimiento sostenible es un ejemplo inspirador.

En términos de visión a largo plazo, aspira a ser un referente de coexistencia sostenible. Parot comparte que «si cada uno, en conjunto con su comunidad, pone en el centro la conservación de su entorno, serán muchas las comunas conservadas». 

El Parque REM es un ejemplo de cómo cuidar la naturaleza y, al mismo tiempo, cuidarnos a nosotros mismos a través de la conexión con nuestro entorno. Un lugar que encierra la esencia de la vida al aire libre y la responsabilidad compartida de proteger nuestro planeta para las generaciones futuras.

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