La escuela de esquí de La Parva no solo ofrece espectaculares paisajes y emocionantes descensos, sino que también se ha convertido en una incubadora de talentos y un pilar en la formación deportiva de Chile.

Enclavada en la majestuosa Cordillera de los Andes, la escuela de esquí de La Parva no solo ofrece espectaculares paisajes, sino que también se ha convertido en una incubadora de talentos y un pilar en la formación deportiva de Chile. Fundada en 1962, la escuela ha evolucionado constantemente, integrando innovación y sostenibilidad en sus prácticas.

La identificación y formación de jóvenes talentos es una de las piedras angulares de la escuela de esquí de La Parva. Utilizando un enfoque integral que combina evaluación técnica, apoyo psicológico y programas personalizados, la escuela logra descubrir y cultivar futuros esquiadores de élite. 

«Nuestro objetivo es ver potencial en cada niño y ofrecerle las herramientas para desarrollarlo al máximo. Desde los más pequeños en la mini escuela, hasta los más avanzados en el Club M (Club de Montaña), donde se especializan en freestyle y freeride», explica Carlos Torres, entrenador destacado de la institución. 

«Nuestro objetivo es ver potencial en cada niño y ofrecerle las herramientas para desarrollarlo al máximo”.

«La progresión es clave: comenzamos con los que son 0-0, que son amarillos, y avanzamos a través de los colores hasta llegar al nivel negro. Los niños pueden tomar clases de 2 horas y media en la mañana o en la tarde, o 5 horas en total.»

La Parva ha tenido un impacto significativo en la escena deportiva nacional. A lo largo de los años, ha entrenado a numerosos atletas que han representado a Chile en competencias internacionales, elevando el nivel del esquí chileno en el panorama global. «En gran parte, todos los esquiadores de La Parva han partido en la escuela, y muchos de ellos, como Sven y Henrik Von Appen, comenzaron desde muy jóvenes aquí», añade Torres, resaltando el papel crucial de la escuela en el desarrollo de talentos. «Por ejemplo, los Horwitz también comenzaron en nuestra escuela y luego se unieron a clubes de esquí como el Club Ande o Club La Parva para competir en alpino»

La sostenibilidad es un pilar fundamental en la operación de la escuela y por eso se incentiva mucho la prática del randoneé es una actividad que, al evitar la infraestructura pesada y dependiente de energía, favorece un enfoque más sostenible y respetuoso con el medio ambiente, ayudando a preservar los ecosistemas montañosos y reduciendo la huella ecológica de los deportes de invierno. 

El randoneé minimiza estos impactos, ya que los esquiadores ascienden y descienden utilizando sus propios medios.»Nos esforzamos por inculcar en nuestros estudiantes el respeto por la naturaleza, para que puedan disfrutar de la montaña de manera responsable», afirma Torres.

Otro punto destacado es que los instructores de La Parva están altamente certificados por organismos internacionales, lo que garantiza un nivel de enseñanza de primera clase.”Todos son altamemente calificados y certificados en todos los niveles por la Escuela Nacional de Instructores de Esquí y Snowboard de Chile Asociación Gremial (ENISSCHAG)”.Esta política de calidad asegura que los estudiantes reciban una educación actualizada y efectiva. La escuela de esquí La Parva es reconocida como un semillero para entrenadores”.

“Nuestros campamentos y clínicas son una excelente oportunidad para que los estudiantes perfeccionen sus habilidades”.

Nos aseguramos de que nuestros instructores participen en programas de formación continua para mantenerse al día con las últimas técnicas y estándares del esquí», asegura Torres. Esta política de calidad asegura que los estudiantes reciban una educación actualizada y efectiva. «La escuela de esquí La Parva es un semillero para entrenadores de diferentes clubes y disciplinas. Los que empiezan en nivel 1, si son motivados, terminan alcanzando niveles 3 o 4 y pueden trabajar en diversos roles, como guías de montaña.»

“La oferta educativa de La Parva es amplia y versátil. Desde clases para niños pequeños hasta entrenamientos avanzados para adultos y sesiones especializadas en snowboard, la escuela cubre todas las necesidades. Los programas están diseñados para adaptarse a diferentes niveles de habilidad y edades, proporcionando una experiencia de aprendizaje personalizada y efectiva. «La progresión es fundamental: comenzamos con los más pequeños en niveles básicos y avanzamos hasta los más experimentados, siempre adaptando el programa a sus necesidades», dice Torres. «Tenemos programas de 2 horas y media por sesión o 5 horas en total, que se pueden tomar cualquier día.»

Además de las clases regulares, La Parva ofrece campamentos de invierno y clínicas de esquí que se centran en técnicas específicas como el slalom y el freeride. Estos programas intensivos son ideales para aquellos que buscan una inmersión profunda en el deporte, con la guía experta de instructores altamente cualificados. «Nuestros campamentos y clínicas son una excelente oportunidad para que los estudiantes perfeccionen sus habilidades y se preparen para competiciones», destaca Torres.

La escuela no solo se enfoca en la formación deportiva, sino también en la construcción de una comunidad unida. Durante la temporada, se organizan eventos sociales y competiciones internas que fomentan el espíritu de camaradería y el trabajo en equipo entre los esquiadores. Este enfoque holístico contribuye a un ambiente positivo y motivador para todos los participantes. «Queremos que nuestros estudiantes no solo se conviertan en grandes esquiadores, sino también en personas que valoren la amistad y el trabajo en equipo», comenta Torres.

La escuela de esquí de La Parva tiene grandes planes para el futuro. «Queremos seguir siendo líderes en la formación de esquiadores y en la promoción de prácticas responsables en la montaña», afirma Torres. Además, La Parva tiene una visión clara de seguir capacitando a sus entrenadores y guías, garantizando que puedan contribuir significativamente en sus respectivas disciplinas.

La Parva se destaca no solo por sus magníficas pistas y su entorno natural, sino por su compromiso con la excelencia en la formación de esquiadores. Con un enfoque en la identificación de talentos y la calidad educativa, la escuela continúa forjando el futuro del esquí chileno, inspirando a las nuevas generaciones y dejando una huella duradera en el deporte nacional. 

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